¡Ciudadanos del mundo!
Escrito por Jorge Bastida, Publicado por Sonrisasforever
Me gustaría mucho que el AVE llegara, por fin, a la luna. O al menos a cualquier otro planeta vital. Empezaríamos de cero, una única forma de comunicarnos, unos objetivos comunes, nada de partidos políticos, un comité de sabios que frenara a los clásicos listillos, libertad toda y justicia la justa: la justicia divina.
Lo malo sería que nos llamarían “lunáticos” y mirando el diccionario me dice que su significado es: “Que padece locura, no continua, sino por intervalos”
¡Ostras!¿no nos habremos equivocado de planeta? Porque a intervalos de tiempo parecemos volvernos locos y no saber de dónde venimos y adónde vamos.
Ayer soñé que vagaba solo por un espacio infinito que se parecía a la Tierra. De repente, me sorprendió la presencia enhiesta de una persona de edad incalculable. Pensé que sería un sabio, un erudito extraviado. Le pregunté de dónde era y me respondió: “soy un ciudadano del mundo”. ¿De qué mundo? pregunté yo.- De ese mundo perdido del que vienes tú.- No, si ya me imaginaba que me había perdido, pero no pensaba que me había salido del mundo…
Le pregunté acongojado: ¿estamos solos? – De momento sí, los he llamado hace muchos años pero todavía no han llegado. Insistí: ¿de dónde vienen? – Del limbo de la sinrazón. Yo no entendía nada pero como notaba que me estaba despertando, le pregunté finalmente: ¿Cuál es su nombre? y me respondió con voz cansada: “Soy la Concordia”.
Me debe de haber afectado este sueño porque en el día de hoy en todas las manifestaciones de uno u otro signo lo he estado buscando y no lo encuentro. ¿Se habrá perdido otra vez?
Hoy me cuesta despedirme con una sonrisa, no puedo encontrar al erudito y lo necesito para seguir considerándonos ¡ciudadanos del mundo!
Para que exista concordia debe existir voluntad real de las dos partes. Desafortunadamente, no la hay. Tampoco hay “compromise”: voluntad de llegar a un acuerdo siendo que las dos partes ceden en algo.
Mientras tanto, los que no somos de ninguna parte..tendremos que intentar encontrar un sitio en este lugar llamado mundo en el que los valores y los principios primen a las unilateralidades y a las imposiciones.